El escenario elegido desarrolla la idea de aprovechar la calle de ingreso existente, y generar gradientes de ocupación de la ruta hacia el este y el oeste, que se van haciendo menos complejos y con parcelas más grandes. Por una cuestión de pre-existencias naturales y restricciones, en el lado este el gradiente pasa de la zona de lotes para servicios a una zona de chacras para dejar finalmente un área que será parte del Área Natural Protegida del Arroyo Maldonado. Para el lado oeste, el gradiente se va haciendo de manera más sutil, acompañando los gradientes de terreno y de normativa propuestos por el PAI de la Ruta 39. En la zona superior los lotes van tomando superficies variables debido a la topografía, a la preservación de vegetación y áreas rocosas y al aprovechamiento de los caminos existentes